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jueves, 31 de marzo de 2011

Bridgestone cerró su campaña de Seguridad Vial de la mano del programa “TC2000 va a la escuela”


De esta manera, la compañía coronó una semana de iniciativas y charlas relacionadas con una de las temáticas sociales más importantes.

En el marco de su última campaña de seguridad vial, que suele replicarse en localidades de todo el país, Bridgestone, empresa líder en la fabricación de neumáticos, realizó en la Ciudad de La Plata, una semana intensa de iniciativas para promover la Seguridad Vial.

Como parte de esta campaña, Bridgestone acompañó al ciclo “TC2000 va a la escuela” en sus primeras dos charlas de la edición 2011 que se llevaron a cabo en la escuela Número 83 Calixto Oyuela de La Plata. Las mismas contaron con la asistencia de más de 600 alumnos de cuarto a séptimo grado y del primer año del secundario. De la mano de Bridgestone, este programa, en su séptima temporada, ya recorrió más de 120.000 kilómetros en la Argentina, llegando a un total de168.000 alumnos.

Entre otra de las actividades de la semana, Bridgestone junto a Toyota, realizó en el estacionamiento del supermercado Walmart de La Plata una nueva edición de “Toyota y Vos, Manejar seguro está en nuestras manos”. La actividad, que la automotriz realiza desde 2008 por distintas ciudades del país, incluyó cuatro cursos de tres horas de duración dictados por instructores profesionales

Por otro lado, algunos de los clientes más importantes de Bridgestone, como Juan ó Juan, PB Neumáticos y RB Neumáticos se sumaron a las acciones de la marca, brindando chequeos gratuitos para los participantes de las diferentes iniciativas de seguridad vial llevadas a cabo durante los siete día

De esta manera, Bridgestone continúa trabajando desde distintos proyectos con la promoción de una temática eje de su filosofía de responsabilidad social empresaria.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cierre Programa "Seguridad Vial para Todos" de Fundación Renault

MÁS DE 10.000 CHICOS PARTICIPARON DEL PROGRAMA SEGURIDAD VIAL PARA TODOS DE LA FUNDACIÓN RENAULT


Por cuarto año consecutivo la Fundación Renault desarrolló el programa Seguridad Vial Para Todos en colegios de Capital Federal, Provincia de Buenos Aires y Ciudad de Córdoba. En total participaron más de 10.000 chicos de entre 7 y 11 años y 400 docentes.
Utilizar la senda peatonal, mirar a ambos lados antes de cruzar una calle o recordar a los padres que no utilicen el teléfono celular mientras conducen, fueron algunos de los mensajes que dejaron los alumnos participantes de la edición 2010 del programa.

Seguridad Vial Para Todos busca movilizar a niños y maestros a reconocer los problemas de seguridad vial de su comunidad y a encontrar soluciones y propuestas para reducir al máximo los peligros del tránsito. Para esto se utiliza material didáctico especialmente diseñado para este proyecto que se distribuye entre chicos, docentes y padres.


Una vez que se ha trabajado la temática en el aula los chicos realizan un dibujo en el que sintetizan lo aprendido e incentivan a su comunidad a tener un comportamiento vial más responsable y seguro. Finalmente un jurado compuesto por autoridades gubernamentales del área de Seguridad Vial, creativos publicitarios, especialistas en comunicación y directivos de la Fundación Renault, selecciona los trabajos que considera más originales, creativos y con la mejor propuesta para solucionar problemas de seguridad vial.

Trabajos Premiados

Dibujo ganador Córdoba

Dibujo ganador Buenos Aires


Prensa Fundación Renault

jueves, 2 de septiembre de 2010

Luchemos por la Vida distribuye DVD educativo


La Asociación "Luchemos por la Vida" distribuye gratuitamente para las escuelas primarias públicas y privadas del país que lo soliciten, el DVD “Los cazadores de peatones” realizado por la Asociación.

El contenido del mismo promueve la participación de los alumnos y estimula su capacidad de reflexión en torno al sistema de tránsito y el comportamiento seguro de los peatones. A través de una divertida historia que tiene como principales protagonistas a un grupo de niños, se van desplegando los principales comportamientos de riesgo en que incurren los peatones, tanto niños como adultos y procura despertar en los espectadores la reflexión acerca de lo que ven.

El material se entrega acompañado de una guia para la actividad didáctica en el aula y está realizado para ser implementado en la formación y concientización de los niñós de entre 10 y 13 años, tanto dentro de la currícula escolar como extracurricularmente.

Las escuelas primarias de todo el país pueden solicitarlo al siguiente mail: pidocazadores@luchemos.org.ar pudiendo participar además del Concurso Nacional: "Peatones seguros en mi ciudad"

martes, 31 de agosto de 2010

"Aprendemos Jugando" programa de Educación Vial del Gobierno de la Ciudad


El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de sus planes de Educación Formal realiza diversas actividades en las cuales se utilizan estrategias lúdicas para la construcción de conocimiento y reflexión crítica sobre la problemática del tránsito; actividades que se desarrollan en el marco del concepto "Aprendemos Jugando" y entre ellas destacamos una pista en la Ciudad para aprender educación vial.

La pista tiene una traza de 2 kilómetros y fue inaugurada en la Ciudad de Buenos Aires por el ministro de Justicia y Seguridad Sr. Guillermo Montenegro. El objetivo de la misma, ubicada en Parque Roca, en el barrio de Villa Lugano, es que los alumnos de escuelas primarias tomen contacto con nociones básicas de seguridad vial, para lo que también cuenta con réplicas de hospitales, escuelas, avenidas rápidas, calles y pasos a nivel con barreras y semáforos.

Al momento de la inauguración esta pista contó con la participación de niños de segundo grado de la Escuela 18 Jorge Newbery, del barrio de Villa Soldati y la presencia del múltiple campeón de automovilismo Juan María Traverso, quien asistió en su carácter de presidente de la Asociación Argentina de Volantes

Actualmente las clases se completan con prácticas en el terreno, en las que un grupo de estudiantes simula ser peatones, otro, ciclistas y un tercero automovilistas (en kartings).

Todos deben actuar como si se movieran por la ciudad, con respeto por las normas de tránsito y con todo cuanto ocurre en las calles porteñas, con peatones que cruzan la calle, ciclistas que zigzaguean entre los autos y vehículos estacionados.

El ejercicio es controlado por personal de la Dirección General de Seguridad Vial de la Ciudad, que indica a los chicos la correcta manera de actuar, según cada caso.

La pista fue recuperada y puesta a punto para recibir a 100 alumnos de escuelas primarias por día, y las escuelas interesadas en participar de esta actividad pueden anotarse a través de la dirección dsvial@buenosaires.gob.ar o en Avenida de Mayo 525, 1er piso.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires también lleva adelante otros programas destinados a concientizar sobre la problemática vial como:

Escuela Itinerante

Destinatarios: alumnos de nivel inicial, primario y medio de escuelas estatales y privadas.

Educación Especial

Destinatarios: alumnos que asisten a escuelas estatales y privadas de educación especial o de recuperación.

Educación vial abierta a la comunidad
Se prioriza el trabajo en comedores comunitarios, centros de atención familiar, juegotecas, hogares de chicos y otras asociaciones en las que confluyen los sectores de menores recursos socio-económicos que, según lo señalado por el informe de la O.M.S. del año 2004, son los más expuestos a sufrir incidentes de tránsito.

Las ONG o asociaciones que estén interesadas en la seguridad y educación vial pueden colaborar con con los proyectos desarrollados por el Gobierno de la Ciudad o construir conjuntamente espacios y proyectos nuevos de articulación.

Dirección General de Seguridad Vial:

•Dirección: Aráoz de Lamadrid 1750
•Tel.: 4302-5930 / 2291 / 3619
•Contacto: dsvial@buenosaires.gov.ar

Valores para la vida y para la conducción


Los accidentes de tránsito afectan la salud física, psíquica y anímica de una gran cantidad de argentinos, de ahí que no podemos dejar de insistir sobre la necesidad de revertir esta situación tan angustiante.

Numerosas campañas que se han desplegado a partir de los medios de comunicación, de las entidades de bien público, de los organismos estatales, parecería que no han sido ni son suficientes para lograr el fin perseguido.

Muchos expertos y estudiosos de las causas de los accidentes de tránsito destacan como prioridad la Educación Vial para todos pero especialmente para los niños en edad escolar y ahí es donde juegan un rol muy importante los docentes que tienen una misión fundamental como agentes de prevención y son, a mi entender, el nexo que une a toda la comunidad educativa, incluyendo por cierto a directivos, supervisores y padres.

Son muchas las herramientas que se han elaborado para ayudar al trabajo en el aula, herramientas que contienen elementos teóricos básicos como la identificación y conocimiento de las señales viales por ejemplo.

Pero los docentes tienen en sus manos la delicada tarea de complementar la teoría con la práctica, toda la comunidad educativa la tiene porque la escuela posibilita la formación integral del hombre y la mujer y vela porque se realicen como personas en las dimensiones social y ética para que lleguen a ser ciudadanos responsables, protagonistas críticos, transformadores de la sociedad en la que viven y defensores de las instituciones democráticas. La educación vial en este sentido está inserta dentro de la Educación en Valores porque lo que está en juego a la hora de conducir un vehículo, es ni más ni menos que la vida humana, un valor básico y fundamental.

La formación de la conciencia apunta a que los seres humanos vayamos madurando en el ejercicio de la libertad de elección, haciendo que ejecutemos actos plenamente humanos pero apoyados en los límites que necesariamente debe tener el ejercicio de la libertad.

Aquéllo de que mis derechos terminan donde comienzan los de los otros es algo que hoy no se ve muy frecuentemente dado el intenso individualismo del que se ha impregnado la sociedad toda. Individualismo que nos han querido "vender" como una condición para ser libres y sin educarnos para reconocer que todo debe tener un límite. Y así fuimos haciendo nuestro camino quienes ya somos adultos, navegando entre la necesidad de reconocernos libres, respetados, dignos pero sin la responsabilidad necesaria para que, aquéllo que exigimos de los demás, sea una conducta que nosotros practicamos.

Tampoco nos insistieron demasiado para que aprendiéramos a reconocer que cada acto humano tiene sus consecuencias y que debemos hacernos cargo de ellas. Así vemos como quien transgrede una norma piensa que está actuando libremente y no es así, porque las normas sirven para crear un orden elemental para hacer posible la convivencia de modo tal que si la transgredimos nos engañamos y ponemos en riesgo la necesaria organización social en la que estamos contenidos.

La prevención de los accidentes de tránsito requiere de una acción total sobre todas las dimensiones del ser y el hacer humano y para lograrlo hay dos caminos, el personal y el comunitario.

Dentro del quehacer personal se encuentran todas las iniciativas destinadas a concientizar y educar a las personas, como puede ser la Educación Vial y dentro de la comunitaria encontamos la responsabilidad que tienen las autoridades de hacer cumplir las leyes, ya que es el único método eficaz para combatir y reducir los accidentes de tránsito y así como se exige el rigor en las sanciones a quienes transgreden la ley, deberían implementarse ciertos beneficios para quienes la respetan como por ejemplo, reducirse el costo de los seguros, o de la revisión técnica periódica y obligatoria o extender en el tiempo el permiso para conducir.

Si fueren necesarias reformas para sancionar más contundentemente a quienes transgreden la ley y ocasionan accidentes, deberían realizarse a la brevedad y los ciudadanos deberíamos reclamar ante los legisladorespara que se dediquen a legislar para los ciudadanos en lugar de ocuparse de ver quién tendrá el poder en el futuro.

Si circulamos por cualquier calle o avenida de Buenos Aires podemos comprobar a simple vista el deterioro que tienen veredas y asfalto, lo mal sincronizados que están los semáforos y la ausencia de éstos en lugares estratégicos.

Es común también verificar la presencia de personal policial en algunas calles que no están atentos a las infracciones que cometen algunos conductores o directamente no tienen interés en corregir, dentro de lo que les compete, alguna situación inconveniente.

Si observamos entonces muy atentamente a nuestro alrededor, podremos constatar que existen escollos de todo tipo pero por alguno hay que comenzar a cambiar el clima de anarquía en el que vivimos, cambiar a partir de la educación será una tarea a largo plazo pero que debe comenzar ya para poder equilibrar los derechos y libertades de la comunidad con la labor que realizan las fuerzas de seguridad, dentro de los límites que marca la Constitución Nacional.

¿Será necesario aumentar el personal policial y de seguridad? ¿Será necesario encarar campañas de educación vial en forma permanente? la respuesta es sí, pero también se necesita profundizar los cursos y exámenes para otorgar la licencia de conducir, concretar un programa de mantenimiento, mejorar y ampliar la red vial urbana, suburbana y rural ya que su mal estado provoca un gran número de accidentes, etc, etc.

Pero no es solamente una tarea que debe hacer el estado, nos compete a todos los ciudadanos porque todos podemos contribuir en algo mejorando nuestra conducta, corrigiendo a otros conductores cuando vemos que están cometiendo una transgresión, advirtiendo a ese policía que se hace el distraido cuando ve a alguien que está mal estacionado por ejemplo, en fin, la tarea es ardua, larga y profunda pero vale la pena cuando pensamos que con cada actitud que cambiamos para mejorar es un accidente que evitamos o una vida que salvamos.

De todos modos accidentes siempre habrá pero por lo menos, busquemos que se reduzcan porque si no cambiamos nosotros, nada cambiará y lo que es peor, se agudizará.

Todo lo antes dicho se podrá realizar teniendo como mediadora a la humildad, una virtud que hace a los seres humanos capaces de pensar en el otro, de dar y recibir, de asentir o disentir con respeto y de ponernos en el lugar del otro para comprender y aceptar que todos podemos aprender de todos.
Texto: María Inés Maceratesi
Bibliografía: Ley Nacional de Tránsito, Seguridad Vial ONU, Seguridad Vial OSM

miércoles, 19 de agosto de 2009

Educación vial. Experiencia en escuelas de Tucumán


La pista recorrerá toda la provincia y se armará, cada 20 días, en una escuela diferente.

La pista que se inauguró ayer fue adquirida por el Ministerio de Seguridad bajo la modalidad de comodato. Por este motivo, las autoridades firmaron un convenio con la Cámara Automotor de Tucumán.

El propósito es que la gran pista, de 192 metros cuadrados, viaje por toda la provincia. "Como es una estructura compleja, planeamos armarla cada 20 días en una escuela para que todos los estudiantes de la zona la vayan visitando", explicó el secretario de Transporte, Ramiro Gutiérrez.

La pista, formada por grandes baldosas que se unen, tiene un complejo semaforizado de verdad, platabandas con señales de tránsito y 15 karts.

Un equipo de agentes de la Policía Vial visitará cada establecimiento escolar para enseñarles a los alumnos las normas de tránsito. Luego, los chicos podrán acceder a la pista para demostrar lo que aprendieron.

El ministro de Seguridad, Mario López Herrera, opinó: "un niño debe llevar a la práctica sus conocimientos sobre normas de seguridad vial. Sobre una pista aprenden jugando y van fijando hábitos sobre conducción segura". "Tenemos la esperanza de que los hijos también ayuden a los padres a que cumplan las leyes. Por eso apostamos a los chicos de la primaria, que tienen un sentido de la responsabilidad incluso mayor que el de una persona adulta", aseveró.

Tienen alrededor de ocho años, no manejan autos pero conocen las normas de tránsito. Alumnos de la escuela Monteagudo mostraron sus conocimientos viales en la minipista habilitada en el Complejo Belgrano

Frunce el ceño y cruza los brazos. Levanta la voz para intervenir en la conversación: "yo una vez estaba en el parque 9 de Julio y me enojé mucho porque pasó un hombre con cuatro pasajeros en una moto". Luis Hernán Coronel no sabe manejar un auto, pero conduce con gran habilidad la bicicleta y el kart, asegura. A pesar de sus ocho años de vida ya conoce todas las leyes de tránsito. Será por eso que no titubea cuando dice que los accidentes ocurren porque los adultos no respetan las normas para circular.

Si no fuera por el tono de voz y la baja estatura que tienen, cualquier podría pensar que la charla con los alumnos de tercer grado de la escuela Monteagudo se desarrolla entre adultos. La mayoría confiesa que ha visto muchos choques cerca de su casa o camino a la escuela. Les preocupa la situación y afirman que les gustaría crecer rápido para tomar el volante y hacer de las calles un lugar más seguro.

Ayer a la mañana pudieron ensayar y poner en práctica sus conocimientos en la mini pista que inauguró la Secretaría de Transporte de la Provincia. Llegaron ansiosos al Complejo Belgrano y apenas se subieron a los karts demostraron lo que habían aprendido en el aula sobre señales de tránsito.

RecreaciónSobre la estructura de 12 metros de ancho por 16 de largo, los niños recrearon el tránsito de una ciudad ideal, en la que los vehículos avanzaban cuidadosamente al ritmo de lo que indicaba el semáforo. "Pará, pará antes de la senda peatonal", le señalaba una de las alumnas a su compañera, que circulaba unos metros adelante. La niña aprovechó para recordarle a un agente de seguridad vial que cuando hay una doble línea amarilla sobre el pavimento no se puede sobrepasar un vehículo. También explicó el significado de un cartel ubicado en una platabanda.

"Prohibido avanzar", precisó la alumna, al referirse a la flecha atravesada por una línea roja.

Consejos a los padres

Andan fuerte, no respetan las señales y se distraen hablando por celular. Estos son los tres motivos por los que, según los chicos, los adultos protagonizan muchos accidentes. "Le digo a mi papá que se cuide y que use el casco. Sólo a mí me hace caso", exclamó Ludmila Cárdenas, de ocho años. La pequeña contó que desde hace unas semanas ya no se sube más a la moto de su papá, porque ella no quiere viajar sin casco. "Es un peligro, ¿y si me pasara algo grave?", se preguntó preocupada.

Cuando se les consultó qué medidas tomarían para disminuir los choques, Ludmila y sus compañeras, Angeles Lobo, Luz Durán, Rocío Argañaraz y Florencia Silva, respondieron: ponerse el cinturón de seguridad, respetar los semáforos, no conducir a velocidades altas, no tomar alcohol si se va a manejar, no distraerse conversando y frenar en todas las esquinas. "Si no nos cuidamos nosotros, vamos a seguir viendo cómo sufre la gente a causa de los accidentes", concluyeron.
Texto y foto: Diario "La Gaceta" www.lagaceta.com.ar

lunes, 27 de octubre de 2008

Educación Vial para niños



¿Cómo y qué asimilan los niños sobre educación y seguridad vial?.

Comencemos partiendo de una premisa, los niños no son adultos en miniatura, los niños son personas en camino de desarrollarse y crecer, de ahí que se deben respetar sus tiempos y sus capacidades a la hora de educar, teniendo en cuenta las etapas evolutivas y el desarrollo cognitivo acorde a su edad.

Enseñar a un niño es una experiencia muy gratificante para los docentes y para los padres, o al menos debería serlo, porque es una oportunidad única de participar de su vida y compartir experiencias.

En lo que atañe a la educación vial habrá que tener en cuenta que el niño no es autónomo, depende de sus padres u otros adultos para circular por la vía pública y los padres tienen que entender que los niños los toman como modelos y copian de ellos actitudes e incorporan conocimientos.

Los niños hasta los siete años incorporan la mayoría de los hábitos, actitudes y valores que luego pondrán en práctica durante toda la vida, en esa etapa son muy receptivos y, si bien todavía son muy pequeños para aprender sobre normas y señales de tránsito, sí pueden incorporar nociones básicas elementales sobre educación vial.

De ahí que cualquier programa de Educación Vial a implementarse con niños hasta los siete años, deberá tener en cuenta lo siguiente:

Su evolución
Su inmadurez psicológica y física
Su desprotección frente a las condiciones del tránsito actual

Considerar que también es un peatón

Los niños perciben de manera diferente que los adultos el mundo que los rodea, lo perciben desde su desarrollo evolutivo limitado y desde características propias de la infancia, lo cual tiene influencia en su rol de peatón.

¿Cuáles son las diferencias en la percepción de los niños?

Los niños tienen una visión de "tubo", su campo visual es un tercio menor que el de los adultos; recién a los doce años aproximadamente, adquieren la maduración definitiva de su capacidad visual.

Esa limitación afecta su percepción de distancias, profundidad y movimiento. No perciben los niños de la misma manera el avance de un animal hacia ellos que el de un automóvil ¿por qué? porque el animal mueve patas, cola, lengua al avanzar; los niños visualizan eso y perciben su acercamiento, mientras que un automóvil no se deforma a medida que avanza y los niños no puede percibir su movimiento.

Su campo visual es más estrecho que en el adulto y tienden a concentrarse en un solo punto, lo cual les impide también percibir los movimientos del tránsito.

La anatomía de su oído se concentra en un solo lugar, a diferencia del adulto, donde los componentes del oído están más separados unos de otros.
Al escuchar un sonido, los niños centran su atención en el lado opuesto de la señal emitida, porque los canales por donde entra el aire son más estrechos y pequeños, necesitando de la percepción visual para determinar la dirección de donde proviene el sonido. Esta forma de percepción los expone a muchos riesgos en el tránsito.

Su inmadurez psicológica hace que respondan a estímulos sin advertir el peligro, como tampoco pueden analizar situaciones en las que puedan quedar inmersos.

Son también inmaduros sus reflejos, careciendo de habilidad, fuerza muscular y coordinación de movimientos que son necesarios para salir de diversas situaciones en la vía pública; basta con verlos jugar de manera concentrada sin atender a lo que sucede a su alrededor para comprobarlo.

Carecen de la capacidad de análisis que sí poseen los adultos, no pudiendo identificar situaciones peligrosas en el tránsito ni relacionar varias circunstancias para decidir qué hacer. Ejemplo: cuál es el lugar y el momento más adecuado para cruzar la calzada.

Frente a la situación siempre cambiante del tránsito no puede prever circunstancias riesgosas o calcular el tiempo y el espacio necesarios para ejecutar ciertas acciones en el tránsito.

Debido a su corta estatura tienen dificultades para ver por encima del capot de los vehículos y también para ser vistos por los conductores. Un momento de especial peligro es a la salida de la escuela, ya que los niños tienen la sensación de que cuando se retiran de la escuela, lo hacen de un ámbito controlado, quedando librados a sus impulsos, sin controles de los adultos. Ahí es cuando pueden surgir estímulos que los impulsen a exponerse a peligros, dentro de los cuales está la posibilidad de un accidente vial.

Teniendo en cuenta los factores citados, la enseñanza de la educación vial deberá estar relacionada con su entorno inmediato, su rol como peatones y la presentación de casos prácticos vinculados con su vida diaria por ejemplo, tiene que aprender que en el ambiente donde se mueven hay señales de tránsito que los orientan y ayudan y también a asimilar normas básicas de circulación.

Conocer su entorno habitual equivale a que sepan cuál es su domicilio, el de su escuela y el de sus familiares más cercanos, como así también el domicilio del trabajo de sus padres, los comercios que rodean su hogar y a los que habitualmente concurre y también cómo llegar a su casa, si tiene que cruzar avenidas y calles, saber cuáles son, si hay señales, semáforos y también si hay mucho o poco tránsito por esas calles.

Con respecto al semáforo, una de las principales señales de tránsito, es prioritario que aprendan el significado de sus colores y la identificación de las figuras del semáforo peatonal. También que reconozcan y estén atentos a las salidas de vehículos, las señales de peligro y otras que son útiles para orientarse.

Aprender normas básicas de circulación equivale a que sepan escuchar y mirar a ambos lados antes de cruzar una calle, cruzar por los lugares donde pueda ser más visible para los conductores, cruzar en las esquinas caminando, ni corriendo ni saltando (y menos aún cruzar en diagonal), girando bien la cabeza para ver con claridad si se acerca algún vehículo.

Lo más complicado será que aprendan a diferenciar las distintas señales que indican peligro, prohibición u obligación, lo cual se puede ir incorporando a través de dibujos de esas señales y reforzando la actividad con una recorrida por las calles para que vean las señales de tránsito.

Otra actividad que recomiendan los psicopedagogos es que se trabaje en clase asociando las formas de las señales con objetos y tener en cuenta que según su edad, los niños comprenderán o no las señales escritas.

Algo que se considera de vital importancia es que la escuela se relacione con los padres y que éstos participen en las actividades que los niños realizan: el dibujo, los paseos y las clases, porque ellos son el espejo donde los niños se ven reflejados; sus actitudes los influenciarán negativa o positivamente, si éstos se muestran coherentes en el tránsito influirán en la forma de conducción futura de los niños ayudando a reducir el riesgo de accidente.

Cuando se implementa Educación Vial para niños, hay que tener en cuenta también que se está educando al futuro ciudadano, de ahí que se debe prestar atención a su seguridad pero, a la hora de enseñar normas, también habrá que tener en cuenta el agregado de valores como:

Obediencia
Respeto
Solidaridad
Comprensión
Compromiso
Tolerancia
Responsabilidad

Indudablemente la Educación Vial desde la niñez equivale a tener en cuenta la suma de factores que influyen en el comportamiento en la vía pública, desde los valores y actitudes que se ponen en juego hasta el reconocimiento y apropiación de las normas de tránsito. Toda tarea que se encare en este sentido tiene la función de educar para la prevención.

Fuente: Grupo Asegurador La Segunda

lunes, 25 de agosto de 2008

Educación Vial para no videntes o disminuidos visuales


El ISEV, Instituto de Seguridad y Educación Vial a través de su programa "Escuela Segura" y como resultado del Proyecto Piloto desarrollado en la Región Educativa Nro 5 de Esteban Echeverría, Provincia de Buenos aires, elaboró el proyecto Educativo Vial "Lo que vemos" destinado a alumnos no videntes y disminuidos visuales, que cuenta con una edición electrónica que intenta poner en palabras y en imágenes esta experiencia que fue dirigida por la Lic. Rosana Barone y el Lic. Juan Farías, del equipo pedagógico de ISEV.


Fuente: www.escuelaseguraisev.com.ar

martes, 8 de julio de 2008

PSA Peugeot Citroën presentó una revista infantil sobre Educación Vial


Como parte de las acciones de responsabilidad social que PSA PEUGEOT CITROËN Argentina realiza en el marco de la campaña de Educación Vial, se lanzó una publicación dirigida a las familias de los colaboradores de la empresa y a más de 15.000 niños de 9, 10 y 11 años de todas las escuelas públicas y privadas del partido de 3 de Febrero.

Declarado de Interés Municipal por el Municipio de 3 de Febrero, el objetivo de este material es brindar a los niños información sobre seguridad vial para una toma de conciencia temprana sobre la importancia de manejarse correctamente en la vía pública y alentar el cumplimiento de las normas, estimulando la cultura de la prevención.

El contenido se centra en informaciones básicas sobre señales de tránsito, cuidados al andar por la vía pública y juegos para aplicar lo aprendido leyendo la revista.

Esta iniciativa es acompañada por un concurso, “SEAMOS RESPONSABLES EN LA CALLE”, que propone a los chicos preparar un collage ilustrando consejos de seguridad vial. Se premiará la creatividad de los trabajos con computadoras para las escuelas de los seleccionados.

Esta campaña integra un plan de acciones mediante las cuales PSA Peugeot Citroën Argentina demuestra su compromiso con el Municipio y con la comunidad participando de la vida y de los intereses de la comunidad.
Prensa PSA Peugeot Citroën

miércoles, 23 de abril de 2008

Educación Vial para niños V

Quinta y última parte

El hábito de controlar la bicicleta

Es importante aprovechar el enorme interés, que sobre todo manifiestan los niños entre los 9 y los 13 años, por interiorizarse de las cuestiones técnicas, para comenzar a trasmitirles el "hábito" de controlar su bicicleta. De manera tal que cuando sean adolescentes y posteriormente adultos, hagan lo propio con su ciclomotor, con su moto o con el automóvil.

Además permitirá que ellos empiecen a considerar su bicicleta como un vehículo con el cual se pueden trasladar, y dejar atrás el concepto de juguete con el cual se recreaban hasta ese momento.

Para ello es necesario hablar de las características de los distintos tipos de bicicletas, sus distintos usos (deportivas, de montaña, de ciudad, etc.), sus cualidades técnicas, etc. También enseñarles la periodicidad y cómo deben verificar su "vehículo".

Tamaño de la bicicleta:

La altura justa es la que permite al conductor poner los pies en el suelo, estando situado sobre el cuadro del vehículo (caño que va desde el asiento hasta el manubrio). En este sentido también es importante señalar que el manubrio debe estar a la altura del asiento, lo que permitirá circular confortablemente y además tener un perfecto dominio de la bicicleta.

Como debemos conducir con la bicicleta

Debemos partir de la idea, de que todo usuario de bicicleta sabe: subirse y bajarse con facilidad, conducir bien en línea recta, doblar correctamente, y puede también dirigir con una mano y con la otra efectuar, por ejemplo, la señal de giro a la izquierda.

El correcto dominio de este vehículo es una de las condiciones elementales para la seguridad de quien conduce. La otra condición es saber como debe conducir en la vía pública.

Para ello debemos tener en cuenta que:

Siempre se debe circular por la derecha, previendo la eventual apertura de puertas de vehículos estacionados, o por las ciclovias .

No debemos tomarnos de otros vehículos.

Antes de cruzar una calle o avenida, tendremos que detener o disminuir la marcha.

El cruce lo debemos efectuar siempre después de haber mirado bien hacia ambos lados.

Si transitan varios ciclistas, deben ir uno detrás de otro, en fila india.

No debemos circular en grupos o en parejas.

No hay que soltar el manubrio, hacer piruetas, ni andar en una sola rueda.

En las esquinas, los peatones tienen prioridad para cruzar.

Debemos respetar todas las señales de tránsito.

Como conductor de un vehículo, debemos reconocer y acatar las indicaciones, tanto de las señales verticales (PARE, Dirección Obligatoria, Contramano, etc.) como las marcas en el pavimento (líneas longitudinales continuas, sendas peatonales, líneas de frenado, etc.) y los semáforos.
Las indicaciones de los semáforos vehículares tienen total validez para los ciclistas.

Debemos asegurarnos ser vistos en todo momento.

En horas de oscuridad debemos tratar de no circular por calles sin iluminación. De tener que hacerlo, es conveniente emplear ropas claras, y tener siempre en la bicicleta, elementos retroreflectantes, además de la luz roja trasera.

Hay que enseñarle al niño, que si no hay iluminación pública en la calle, los conductores de automóviles lo han de distinguir sólo cuando se encuentre dentro del haz luminoso de los faros. Si el automotor se desplaza a mucha velocidad, la distancia de detención del mismo puede superar al espacio iluminado. Situación esta, que provocaría un accidente.

Nunca circular a contramano, pues no solo correríamos un grave riesgo, sino que también atentaríamos con la seguridad de los demás personas.

Las señales manuales son necesarias para advertir a los otros, la maniobra que el ciclista tiene intención de hacer: girar, detenerse, desplazarse hacia un lado, etc.
El ciclista debe estar alerta a todo lo que ocurre en el tránsito. El accidente por equívocos de otros puede evitarse por la propia atención.

Los elementos de una bicicleta que se deben controlar a menudo:

Es conveniente que se efectúe una verificación semanal, o más seguida, a fin de realizar el correcto mantenimiento que nos permita trasladarnos con seguridad

Para el control, debemos tener en cuenta lo siguiente:

Frenos: cables, varillas y tornillos ajustados. Los patines de goma en buen estado.
Asiento: bien sujeto.
Manubrio: ajustado, con los puños fijos.
Timbre: en el manubrio, cerca de los puños. Con buen sonido.
Espejo retrovisor: limpio y bien orientado.
Faro delantero: limpio, bien colocado y con luz blanca.
Faro trasero: Luz roja u "ojo de gato" retroreflectivo, bien limpio.
Ruedas: centradas, con todos los rayos bien tensos y elementos reflectantes incorporados.
Neumáticos: en buen estado, que se vea el dibujo en la banda de rodamiento. Cámara con la presión adecuada.
Mariposas, tuercas y bulones: bien ajustados.
Pedales: completos y engrasados.
Cadena: con la tensión adecuada (ni muy, ni poco tensada).
Rodamientos: limpios y bien engrasados
Conclusión
Por una mejor calidad de vida

Esta publicación que fuimos entregando por partes, abarca pautas de comportamientos y un marco de comprensión de la realidad del niño peatón, pasajero y conductor, está orientada a lograr una mayor
aproximación a su problemática vial, advirtiendo respecto a los riesgos más comunes y cómo evitarlos.
En este sentido, las situaciones de tránsito con riesgo deben ser presentadas teóricamente -primero- para que los usuarios noveles se familiaricen con ellas y después de muchas prácticas y entrenamientos en la propia vía publica, llegado el caso, sepan actuar.

Por último cabe señalar, que este material no es la culminación de un trabajo emprendido, sino el comienzo de una actividad, que contribuirá, con el esfuerzo de todos, a una transformación positiva de la convivencia social en nuestra comunidad, en busca de una mejor calidad de vida. Esa meta, sin lugar a dudas, será el epílogo de nuestra tarea.

Fuente: Material didáctico producido por la División Seguridad y Educación Vial de la DIRECCION DE VIALIDAD de la Prov. de Buenos Aires

jueves, 17 de abril de 2008

Educación Vial para niños IV

Cuarta Parte

Como debemos comportarnos en los medios de transporte


En un transporte público:

Antes del viaje

Esperamos la llegada del vehículo sin bajarnos de la acera.
Aguardamos ordenadamente el sitio que corresponda en la cola.
No subimos hasta que el vehículo se haya parado por completo, ni lo hacemos tampoco cuando ya se haya puesto en marcha.

Durante el viaje

No debemos asomarnos, ni tampoco sacar las manos por las ventanillas.
Antes de llegar a la parada nos debemos preparar para descender
Debemos ceder el asiento a quien más lo necesite.
Si viajamos de pie, debemos ir tomados correctamente a los pasamanos, pues hay peligro, en caso de una frenada, de caernos y herirnos.
Debemos comportarnos correctamente.
Los gritos y los juegos bruscos pueden distraer al conductor y ocasionar un accidente.
Evitemos colocarnos cerca de las puertas durante el trayecto, porque nos podemos caer.
No debemos arrojar elementos u objetos por las ventanillas, pues no sólo está prohibido, sino que podemos poner en riesgo la vida de otras personas.

Después del viaje

Descenderemos sólo cuando el vehículo se haya detenido, procurando hacerlo por detrás.
No cruzaremos nunca por delante, ni por detrás del vehículo del cual nos hemos bajado, hasta que éste no se haya ido. Puede ocultar a otros vehículos en marcha.
Si tenemos que cruzar la calle, lo haremos por la senda peatonal más próxima.

En un automóvil:

Subiremos y bajaremos siempre por las puertas que queden del lado de las aceras.
Procuraremos no distraer al conductor, estando quietos, y sin gritar, ni jugar.
No debemos apoyarnos en las puertas, ni jugar con las manijas.
No sacaremos ni la cabeza, ni el brazo por la ventanilla, ni viajaremos en la falda del conductor.
Los niños menores de 12 años deben ir siempre en los asientos traseros, y convenientemente sujetos con los cinturones de seguridad.(Así está contemplado en nuestro Código de Tránsito).

El niño conductor

Esta es una de las etapas más importantes del niño, dado que es el inicio de un largo aprendizaje que lo llevará, el día de mañana, a ser un conductor de automóviles.

La responsabilidad y los buenos hábitos que adquiera se traducirán, sin lugar a dudas, no sólo en una capacidad individual de conducción, sino también en un modelo social a imitar por otros.

Hasta aquí el niño se había desempeñado siempre como peatón dependiente o eventual pasajero. Transitaba casi siempre los mismos recorridos, por caminos y situaciones conocidas, que no le requerían la necesidad de poner a prueba un juicio demasiado elaborado. Por otra parte, el uso de la bicicleta comenzó por ser un juego con el cual recreaba su tiempo libre.

Sin embargo a partir de cierta edad, se empieza a manifestar la inquietud, en la mayoría de los chicos, por desplazarse en su bicicleta por la vía pública, ya sea para ir al club, la escuela, el parque, salir con sus amigos,etc.

A partir de este momento, el niño adopta el rol de “conductor”, y junto con él adquiere derechos y obligaciones que, como cualquier otro conductor, la Ley le exige. Por ejemplo: la imposibilidad de circular por veredas, en contramano,el respetar la prioridad del peatón, las señales viales, los semáforos, etc.

El circular con la bicicleta por la vía pública, implica también que el niño sepa juzgar las condiciones de circulación, calcular distancias, diferenciar velocidades, apreciar y evitar zonas de riesgo en el tránsito de calles y avenidas, resolver situaciones inesperadas, etc.

En este sentido, uno de los temasque merece ser tenido en cuenta por su relación directa con la seguridad del conductor de bicicleta, son los frenos y las distancias de frenado. Los niños deben saber que los frenos de una bicicleta son muy precarios y simples, por eso deben tener siempre presente la velocidad con que circulan y saber en cada momento si los frenos responderán con eficiencia en ocasión de utilizarlos.

Para ello hay que recordar que la distancia de frenado está relacionada con la velocidad, con el tiempo de reacción del conductor y con las caracteristicas de la calzada (de tierra ó pavimentada, seca ó mojada, por ejemplo).

Se recomienda siempre una conducción moderada y a la defensiva, evitando las maniobras bruscas (giros, frenadas,etc.), las que generalmente ocasionan situaciones de riesgo para los conductores.

Otro tema importante es la poca estabilidad de la bicicleta. Esto se debe no solo a la característica de ser un vehículo de dos ruedas sino también a que los neumáticos son muy estrechos y por lo tanto la adherencia al suelo es menor.

Es decir, la bicicleta dejó de ser un juego recreativo para convertirse en un verdadero medio de transporte, que permite consecuentemente definir al niño como conductor independiente, cuya responsabilidad social, como ya dijimos, esta reglamentada por el Código de Tránsito y su transgresión voluntaria o por negligencia no solo lo hace pasible de una sanción, sino también correr serios riesgos.

Fuente: Material didáctico producido por la Dirección de Vialidad de la Prov. de Buenos Aires

jueves, 10 de abril de 2008

Educación vial para niños II - Conceptos básicos


Segunda Parte


El Usuario de la vía pública

Todos los que utilizamos las calles y caminos somos “usuarios” de estas vías de comunicación. En el caso de los niños, son usuarios cuando transitan como peatón, pasajeroo conductor. De todas maneras, el hecho de ser usuario de la vía pública nos determina derechos y responsabilidades(obligaciones) contemplados por nuestro Código de Tránsito.

Este encuadre legal de nuestros movimientos en la vía pública responde a una necesidad que tiene toda sociedad de establecer los límites, el equilibrio y la armonía en las relaciones de sus integrantes con el fin de compatibilizar el interés y el bienestar general, y de esa manera dar forma a la convivencia en comunidad. Pensemos simplemente que difícil sería, de no haber normas establecidas, la relación de los vulnerables y frágiles peatones frente a los poderosos vehículos. Ni más, ni menos,que la ley de la selva.

En consecuencia, estas marcadas diferencias, han sido tenidas encuenta para crear normas y diseños de vías que protejan a los distintos usuarios, sobre todo a los peatones, y ordenar el tránsito circulante. Así se estableció, por ejemplo, la acera para la circulación de los peatones, y la calzada para los vehículos; las sendas peatonales,los semáforos, etc.

De todas formas, diversos son los factores que influyen sobre el tránsito, y hacen de él, un ámbito de mucho riesgo sobre todo para los noveles e inexpertos usuarios, que son los niños.

La manera de garantizar su inserción segura en esta “sociedad de la calle”, es a través de la educación y concientización, lo que permitirá simultáneamente el cumplimiento y el respeto por las normas de tránsito, el fomento de la autoprotección y fundamentalmente el mejoramiento de la calidad de vida.

El niño peatón

Las mayores dificultades, y donde se verifican los mínimos márgenes de seguridad, se manifiestan en los comienzos del desarrollo de cada etapa evolutiva, por la inexperiencia ante el nuevo grado de complejidad y la avidez por pretender superarlas.

En la etapa de transición entre el depender y el independizarse en cuanto al transitar de los niños, se detectanl as siguientes dificultades:

a) El desconocimiento de la problemática del tránsito (no puede conocer algo que aún no ha experimentado o que no puede comprender).

b) No percibe el riesgo o no lo hace en forma adecuada (algunos de los factores: visión periférica deficiente, dificultad para localizar fuentes de sonido, fácil distracción,etc.)

c) Por lo anterior, no busca señales indicativas de riesgo.

d) Si percibe el riesgo, no lo comprende (poca capacidad de procesar y sintetizar información y sus juicios son pobres).

e) Carece de reflejos para superar situaciones (falta de habilidad,de fuerza muscular, de coordinación de movimientos).

f) Incapacidad para corregir errores (sumado a la conformación natural, que impone que el centro de gravedad se encuentre más alto, afectando su desplazamiento).

g) Su baja estatura impide que ellos tengan la visión en perspectiva del tránsito, tal como la puede tener un adulto desde la misma vereda donde se encuentran.Generalmente cuando los niños ven al vehículo, éste está demasiado cerca de ellos. Por otro lado, su altura dificulta la visualización por parte de los conductores.

Una vez conocidas y analizadas estas deficiencias, tendremos un punto de partida desde donde orientar losconceptos más útiles que sirvan a la educación y concientización de los niños en materia de tránsito.

También debemos tener presente que un dato preocupante de las estadísticas de tránsito, es el alto nivel accidentológico en los accesos a las escuelas, situación que nos plantea la necesidad de considerar, desde la faz educativa, los ámbitos de más riesgo para los chicos y las pautas de conductas que les garanticen una mayor seguridad.

Fuente: Material didáctico producido por la Dirección de Vialidad de la Prov. de Buenos Aires

lunes, 7 de abril de 2008

Educación Vial para niños I- Conceptos básicos


Primera parte

El siguiente material sirve para trabajar la Educación Vial en escuelas de nivel inicial, pero también para ser utilizado por padres y maestros que quieran interiorizarse sobre los conceptos básicos de la misma.
Cada etapa de desarrollo del individuo y su nivel de maduración abarca ámbitos y riesgos nuevos.

La distribución de los accidentes en el espacio y la frecuencia de sus distintos tipos, son paralelos en cada etapa de maduración y capacidad, con la exposición al riesgo que la acompaña, según el nivel de movilidad e independencia que logra el individuo.

La etapa inicial del ser humano cubre un ciclo integrado por períodos, cuya característica más sobresaliente en cuanto a movilidad y forma de transitar, es la de dependencia.

Las particularidades en cuanto al desarrollo de los individuos durante este ciclo, imponen que los grandes acompañen y orienten a los chicos, situación que se invierte en el ciclo extremo opuesto de la vida, igualmente de dependencia, en el que los chicos, son los que deben acompañar y orientar a los grandes.

Coincidentemente con la primer actividad desarrollada por un niño, a través de un espacio público y fuera del alcance de la mirada de sus progenitores, comienza el denominado período de movilización como independiente, el que se manifestará en sus distintas formas de transitar, ya sea como peatón, pasajero o conductor.

El margen de movilidad del hombre según su edad, va acompañado de un gradual alcance y familiaridad de ámbitos, a los que accede paulatinamente de acuerdo a sus naturales posibilidades de avance.

Estos escalones o alcances son: en primer instancia su vivienda y luego el vecindario. Este marcará sin lugar a dudas un hito: el primer “mandado” a dos cuadras de la casa; luego seguirá con el reconocimiento del barrio; el ir “solo” a la escuela; el recorrer la localidad; la ciudad; la región, etc.

Ajustarse al tiempo y espacio

Las etapas de exploración y aprendizaje gradual, formarán parte de la adaptación al medio y la socialización del individuo.

De allí, la importancia de orientar y ajustar la educación vial, al verdadero ámbito en que se pueda desarrollar el niño, de acuerdo a su edad y nivel de responsabilidad, profundizando los temas acordes a su alcance y su forma o medio de movilidad, teniendo especial trascendencia las necesidades que le impone su forma de vida, que será particular en cada región, medio sociológico y nivel ecnómico.

El hombre y el medio

Sintetiza la compatibilización, entre la sociedad que usa un ámbito y el respeto del mismo, es decir, el cuidado por el mantenimiento de los espacios públicos.

Tenemos la obligación de fomentar la preservación de la infraestructura vial, tanto urbana como rural, la conservación del sistema de señales, el respeto por la forestación y la parquización vial,
el cuidado de los monumentos y edificios, el evitar tirar basura en lugares públicos como plazas, veredas y caminos, todo aquello que propende en definitiva, a mejorar nuestra calidad de vida.

Definiciones Conceptuales

Vía pública

Se denomina así al espacio o camino de comunicación, utilizado para transitar, y que pertenece a la comunidad, es decir, que es una vía de circulación de todos y para todos.

Las mismas están construidas y mantenidas por los impuestos o tarifas que pagan los ciudadanos. De allí el derecho que tenemos todos al uso y a la seguridad que nos pueden y deben brindar, ya sean calles, caminos o modernas autopistas.

Calle

Desde el punto de vista urbano, este término define al conjunto formado por veredas o aceras, (utilizadas por los peatones), más las calzadas.
Por estas últimas deben transitar los vehículos, pudiéndolo hacer los peatones, solo por las esquinas o lugares convenientemente demarcados para ello.

Fuente: Material didáctico producido por la Dirección de Vialidad de la Prov. de Buenos Aires