martes, 10 de junio de 2008

Dime cómo conduces y te diré cómo eres


Un experto norteamericano llegó a sostener que una de las causas por la que los habitantes de Buenos Aires consumían menos alcohol en sus hogares era porque al llegar a casa ya habían descargado sus tensiones al volante.

El conductor norteamericano (sostenía este experto), apretado por los carriles, la velocidad uniforme y la tensión de un tránsito hiper-ordenado, necesita llegar a su sillón y atragantarse con una bebida que le brinde algo de relajación.Cuando alguien lo pisa por la calle, seguramente acepta sus disculpas sin mayores problemas.

Ahora bien, ¿qué sucede si una persona al frente de un automóvil, realiza sin darse cuenta (al igual que cuando lo pisaron) una maniobra que obliga a que usted frene su vehículo?. Seguramente sentirá que esa persona lo agredió intencionalmente, y que esa cuestión no puede quedar así, por lo que responderá en igual forma.

Son variadas las versiones académicas acerca del motivo por el cual algunos
conductores, habitualmente correctos, se comportan agresivamente al volante o se ven implicados en conductas peligrosas . Veamos algunas de ellas.

Stress, emociones y volante

La peligrosidad del conductor se debe a que en estos momentos, la ciudad tiene un alto porcentaje de gente con stress o con neurosis. Siendo esto algo que ha pasado a formar parte de nuestro estilo de vida. (Dra. Hilde Riera - CIAAT)

Cualquiera sean los rasgos de personalidad del individuo, para que se produzca un accidente, se necesita de una combinatoria de ciertas modalidades de manejo, asociadas a un momento de crisis. Estas pueden generarse por una separación, cambio de trabajo, problemas económicos o una pelea. (Dr. Julio Granel - CIPEA).

La circulación vial requiere, por sus características, de muchas normas; es un espacio muy normativizado, produciéndose un desfase entre coches,normas y fluidez que es frustrante. No poder ir a la velocidad que se quiere, porque el de adelante va lento, hay un semáforo o una caravana, genera un cúmulo de despropósitos y de sensaciones de impotencia que se convierten en gestos, insultos, gritos o agresiones (Dr. José María Sánchez Pardo - DGT/ESPAÑA).

Vía de escape a otros problemas

El tránsito no genera conductas agresivas, sino que es una vía de escape a otros problemas humanos. El vehículo no transforma sino que cada uno conduce según su personalidad: mal educado, egoísta, orgulloso, etc.(Sociólog. Armando de Miguel - España)

El volante es una extensión de nuestra personalidad. Las sociedades conducen como viven. Una de las características de nuestra personalidad es la competitividad y en el volante esa competitividad se traslada a ser el primero, el más rápido. (Dr. Luis Rojas Marcos -Psiquiatra-EE.UU.).

Los valores

Los comportamientos seguros al volante tienen más que ver con los valores cívicos -donde cada vez se aprecian más aspectos como el respeto, la tolerancia, el compartir los recursos, asumir responsabilidades, etc,- que con los aspectos técnicos. (Revista TRAFICO -107)

Los diez mandamientos - Campaña de Mapfre en España

1 Me convenceré de que la seguridad vial también depende de mí y no sólo de los otros
2 Prestaré la mayor atención cuando conduzca
3 Respetaré al más débil y a los demás
4 Conduciré sin prisas ni apuros
5 Estaré siempre en el mejor estado físico y psíquico para conducir
6 Respetaré todas las señales de tránsito
7 Llevaré siempre abrochado el cinturón de seguridad
8 Seré tolerante con los demás conductores y no competiré si me adelantan
9 Procuraré que mi vehículo esté en el mejor estado de seguridad
10 Esta semana disfrutaré con mi automóvil en los desplazamientos

Fuente: Isev (Instituto de seguridad y educación vial)

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