¿Cuál es la incidencia de la velocidad sobre la posibilidad de sufrir un accidente?
“Uno piensa que, normalmente, la velocidad no tiene que ver en sí con los accidentes de tránsito, sino que en realidad es una causa que los magnifica. Y en eso estoy de acuerdo que es una causa que magnifica los siniestros; pero no solamente los magnifica sino que tiene una relación directa con los mismos. Por ejemplo, en una calle yo circulo -llegando a una esquina- a 40 km por hora; necesitaría para detener un automóvil aproximadamente 8 metros de distancia entre mi tiempo de reacción y lo que necesito para frenar. Pero si yo por la misma esquina voy a 60 km. por hora, ya requiero arriba de los 20 m. para detenerlo; podría haber evitado ese eventual accidente, y no lo hice. En ese caso, la velocidad tiene directa incidencia”.
“Por otro lado, en muchas maniobras que se realizan a una velocidad de 20 km menos (por ejemplo 100 Km/h en lugar de 120 km/h.), se podría llegar a controlar el vehículo y con ello tener mayores posibilidades de evitar un accidente. En cambio, en exceso de velocidad es imposible”.
“Por último, donde nosotros vemos que también hay una incidencia muy importante con respecto a la velocidad es en la conducción nocturna, porque en la noche uno ve nada más que lo que da el alcance de las luces, y generalmente se circula con las luces bajas y no con las altas. Esto nos proporciona un margen de visión hacia delante; hacia objetos oscuros, de 30 metros circulando a 110 km/h., ya que a esa velocidad uno recorre precisamente esa distancia por segundo. Entonces, si tengo que sacar el pie del acelerador para llevarlo al freno, lo más probable es que choque contra ese obstáculo oscuro. Por ello, la velocidad tiene incidencia directa en los siniestros; por los tiempos de reacción de las personas y también por la distancia para la detención de los vehículos”.
¿Existe la posibilidad de un acostumbramiento a la velocidad, o es algo que el conductor debe manejar extremando la atención?
“De hecho existe un acostumbramiento, y creo que el ejemplo más concreto para poder explicar esto, si bien yo no soy un psicólogo o un psiquiatra que lo podría determinar con mayor precisión, es el siguiente: Vamos por la Autovía 2 y estamos por entrar en la localidad de Lezama; los carteles indican que ahí la velocidad es de 60 km/h; yo disminuyo el ritmo y auditivamente escucho que el motor baja de revoluciones; entonces pienso que el auto ya bajó a la velocidad necesaria para poder pasar por ese lugar; pero en realidad estoy yendo a 110 Km/h. o 100 km/h; entonces hay un acostumbramiento de la persona, que no es bueno. Por eso se sugiere que en trayectos largos o prolongados detenerse cada 200 km. o cada dos horas de conducción, para tener otra perspectiva y descansar. Se sugiere caminar fuera del vehículo; tomar los líquidos que sean necesarios (agua, mate, etc.) como para cambiar un poco el aspecto de la circulación; porque, obviamente, si no, la circulación se va a hacer monótona y cada vez el conductor necesitará más velocidad para generar más adrenalina en su conducción y así mantenerse despierto”.
Los niños son más permeables a recibir Educación Vial; pero ¿qué pasa con sus padres? ¿Acompañan el aprendizaje?
“Entiendo que los niños son más permeables a la educación vial que los adultos. Estos, por lo general, son muy reticentes a modificar muchas costumbres en el manejo; se necesita un cambio en la persona que a veces no se logra fácilmente. Lo que pasa es que el hecho de tener que usar un cinturón de seguridad hace que, lamentablemente, deba haber un motivo (tal vez un accidente) que nos recuerde que ese cinturón es eficaz”.
“En la ciudad de Rosario hay un ejemplo muy lindo: en las escuelas públicas y privadas se trabaja con algo que se llama "la multa moral", que tiene que ver con un castigo hacia aquellos padres que no respetan el estacionamiento, o estacionan en doble fila; cruzan un semáforo en rojo; no se ponen el cinturón de seguridad. Entonces el chico castiga al padre promoviendo una multa que consiste en comprarle un caramelo, un chupetín, una cajita de pastillas, y además cuenta en la escuela cual fue la acción del padre. Esto al papá le hace recapacitar por dos lados; por uno es su propio hijo quien le advierte de la mala acción, y el hecho de que lo cuente en la escuela lo expone como un padre al que los otros padres lo verán como un trasgresor, y por lo tanto tratará de no hacerlo más”.
¿Por qué los colectivos no tienen cinturón de seguridad? Es más, ante un accidente los que viajan de pie están muy expuestos. ¿La ley no contempla esto?
“El tema del colectivo es muy complejo y deviene por un punto económico. Hay una ley que ampara a los colectivos y dice qué tipo de construcción deben tener; que deben tener cinturones de seguridad o no, pero es muy difícil hoy por hoy. ¿Debieran tener un cinturón los colectivos? la respuesta es sí, igual que un automóvil, porque la situación es la misma; la inercia es la misma y conduce a la misma respuesta; ante un choque nos golpearemos contra el asiento de adelante. Ahora bien, negar que un colectivo urbano vaya la gente parada no tiene que ver con un tema de seguridad vial sino que hay una razón económica; habría que poner muchos más colectivos en circulación para que todos viajen sentados, y lo mismo pasa en un montón de transportes públicos, no hay nada en la Ley”.
Tomar mate, café y otros líquidos o sólidos o fumar en el auto, ¿es correcto?
“Todo lo que se sume a la conducción es distracción y debe evitarse; hay algunas distracciones que son evitables, como hablar por celular, enviar un mensaje de texto, fumar un cigarrillo, y no por fumarlo sino por llevarlo en la mano y tirar la colilla por la ventanilla, con la posibilidad de que vuelva a entrar y nos queme; o que las cenizas caigan encima de la ropa; el agua caliente que se derrame en los pantalones ... todo esto es un tema muy distractivo y debería evitarse; pero como se lo estaría tomando como una prohibición, ya vemos el resultado. Por ejemplo con el celular; es muy difícil controlarlo. Un estornudo también es distractivo; pero es inevitable, lo otro no. Desde CESVI Argentina creemos que el acatamiento a las normas deben ser paulatinas y no una prohibición que deriva ya en una multa o un castigo, sino que haya una reeducación de la gente; que se la pare y se le explique por qué no el mate, por ejemplo, aunque es muy difícil”.
¿Que pasa con los camiones y los camioneros, ya que según estadísticas en el 30% de los accidentes viales están involucrados?
“Lamentablemente, para disminuir los costos de circulación de camiones en la ruta los camioneros deben manejar muchas horas, cuando en realidad deberían hacerlo no más de 6, porque realizan un trabajo estresante y riesgoso. Pero desde que los ferrocarriles han tenido cada vez menos incidencia en el transporte de mercaderías ha aumentado la circulación de camiones en las rutas del país, que además muchas de ellas están en muy mal estado. Y otro tanto pasa con los conductores de micros de larga distancia. El descanso es fundamental”.
María Inés Maceratesi
La seguridad vial tiene un paso previo que es la educación para la conducción en calles y rutas, educación que se conforma mediante valores, hábitos y actitudes de respeto por la vida humana en su totalidad.
lunes, 5 de julio de 2010
Prevención de accidentes de tránsito. Entrevista a un experto de Cesvi Argentina
Entrevistamos a Hernán de Jorge, Responsable del Área de Capacitación e Investigación de la Subgerencia de Seguridad Vial de CESVI Argentina, en relación a los accidentes de tránsito y su prevención.
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