Un estudio difundido por PST Electronics echa luz sobre creencias populares acerca del uso de sistemas de alarmas para autos que han sido desmentidos unánimemente por los especialistas.
Frases como "te come la batería"; "ya tengo un rastreador"; "te pueden romper el auto en la instalación"; "se desconectan fácil", son algunas comúnmente escuchadas entre usuarios que aconsejan a otros usuarios.
"Algunas de estas creencias están basadas en el desconocimiento, y otras surgen simplemente de generalizaciones de problemas que afectan a las alarmas de baja calidad, pero que de ningún modo alcanzan a todos los productos del mercado", explica Daniel Ricci, Gerente General de PST Electronics.
En una revisión detallada de cada una de estas afirmaciones, se constata lo siguiente:
Falso 1: "Todas las alarmas son iguales".
Existen numerosos factores que diferencian un sistema de otro y que son muy importantes: desde contar o no con garantía hasta haber sido producida bajo normas ISO, pasando por la disponibilidad de repuestos, el sellado contra el agua, o la existencia de un 0800 al servicio del cliente, entre otros.
Falso 2: "La alarma me descarga la batería".
Esta creencia tiene una base de verdad en cuanto a que es cierto que a medida que se adicionan accesorios, se modifica el consumo permanente que posee cualquier vehículo moderno debido a su electrónica. Ahora bien, en un sistema moderno, este consumo puede reducirse a un nivel realmente bajo, que lo hace prácticamente imperceptible. Por ejemplo, si en un vehículo "el único consumo" fuese una alarma, la batería se descargará completamente en un tiempo de aproximadamente 90 días. En definitiva, el consumo del módulo central de alarma sería menor al consumo permanente del vehículo que usualmente es de 30 días. Cuando existe una descarga, lo que hay que revisar es cuál de los circuitos del vehículo está ocasionando el inconveniente (esos circuitos pueden estar conectados a la alarma o no).
Falso 3: "En la instalación pueden tocar un cable y romperme el auto".
Este punto está claramente relacionado con la calidad de los procesos de instalación, y esto tiene que ver con que exista un cuidado estricto y normas especificadas por manuales diseñados especialmente para cada tipo de vehículo, suministrados por los fabricantes de alarmas. Lo ideal es que la alarma sea instalada por un centro instalador que cuente con las herramientas específicas y con personal capacitado y asistido por el fabricante.
Falso 4: "Instalo un rastreador y no necesito la alarma".
Ambos sistemas tienen finalidades distintas y complementarias. El rastreador fue diseñado para actuar "después" de ocurrido el siniestro, mientras que la alarma está pensada para evitar que éste ocurra. Inclusive, puede hacerse más evidente tratándose de una moto.
Falso 5: "Me sacan la batería y fácilmente me inhabilitan la alarma".
Por lógica, todos los componentes eléctricos-electrónicos de un vehículo están alimentados por la "batería". Entonces, al desconectar este elemento, perderían alimentación todos aquellos componentes que dependen de ella para su funcionamiento.
Es sabido que para acceder a la batería de un auto es necesario abrir el capot o el compartimiento de motor. Por esto es que la mayoría de los sistemas de alarma ofrecen una protección disparando la misma al detectar una intrusión en los mismos.
Para refutar el mito esgrimido existe la alarma "Auto Alimentada", un novedoso sistema, que incorpora una "Batería de Back Up" que únicamente alimenta a la central de alarma y ofrece la posibilidad de que la alarma siga funcionando aún con la batería del vehículo desconectada.
Para no alimentar estos mitos, los especialistas recomiendan que al elegir un sistema de alarma el cliente preste especial atención a la hora de privilegiar el respaldo de la marca, que cuente con una amplia red de comercios que la recomiendan e instalan en el país, su servicio Posventa, que esté homologada y posea certificado de Calidad ISO, su Garantía, que la alarma cuente con todas las funciones de prevención y, por último y muy importante, que los tiempos de activación sean los óptimos (1 minuto).
Prensa PST Electronics
Frases como "te come la batería"; "ya tengo un rastreador"; "te pueden romper el auto en la instalación"; "se desconectan fácil", son algunas comúnmente escuchadas entre usuarios que aconsejan a otros usuarios.
"Algunas de estas creencias están basadas en el desconocimiento, y otras surgen simplemente de generalizaciones de problemas que afectan a las alarmas de baja calidad, pero que de ningún modo alcanzan a todos los productos del mercado", explica Daniel Ricci, Gerente General de PST Electronics.
En una revisión detallada de cada una de estas afirmaciones, se constata lo siguiente:
Falso 1: "Todas las alarmas son iguales".
Existen numerosos factores que diferencian un sistema de otro y que son muy importantes: desde contar o no con garantía hasta haber sido producida bajo normas ISO, pasando por la disponibilidad de repuestos, el sellado contra el agua, o la existencia de un 0800 al servicio del cliente, entre otros.
Falso 2: "La alarma me descarga la batería".
Esta creencia tiene una base de verdad en cuanto a que es cierto que a medida que se adicionan accesorios, se modifica el consumo permanente que posee cualquier vehículo moderno debido a su electrónica. Ahora bien, en un sistema moderno, este consumo puede reducirse a un nivel realmente bajo, que lo hace prácticamente imperceptible. Por ejemplo, si en un vehículo "el único consumo" fuese una alarma, la batería se descargará completamente en un tiempo de aproximadamente 90 días. En definitiva, el consumo del módulo central de alarma sería menor al consumo permanente del vehículo que usualmente es de 30 días. Cuando existe una descarga, lo que hay que revisar es cuál de los circuitos del vehículo está ocasionando el inconveniente (esos circuitos pueden estar conectados a la alarma o no).
Falso 3: "En la instalación pueden tocar un cable y romperme el auto".
Este punto está claramente relacionado con la calidad de los procesos de instalación, y esto tiene que ver con que exista un cuidado estricto y normas especificadas por manuales diseñados especialmente para cada tipo de vehículo, suministrados por los fabricantes de alarmas. Lo ideal es que la alarma sea instalada por un centro instalador que cuente con las herramientas específicas y con personal capacitado y asistido por el fabricante.
Falso 4: "Instalo un rastreador y no necesito la alarma".
Ambos sistemas tienen finalidades distintas y complementarias. El rastreador fue diseñado para actuar "después" de ocurrido el siniestro, mientras que la alarma está pensada para evitar que éste ocurra. Inclusive, puede hacerse más evidente tratándose de una moto.
Falso 5: "Me sacan la batería y fácilmente me inhabilitan la alarma".
Por lógica, todos los componentes eléctricos-electrónicos de un vehículo están alimentados por la "batería". Entonces, al desconectar este elemento, perderían alimentación todos aquellos componentes que dependen de ella para su funcionamiento.
Es sabido que para acceder a la batería de un auto es necesario abrir el capot o el compartimiento de motor. Por esto es que la mayoría de los sistemas de alarma ofrecen una protección disparando la misma al detectar una intrusión en los mismos.
Para refutar el mito esgrimido existe la alarma "Auto Alimentada", un novedoso sistema, que incorpora una "Batería de Back Up" que únicamente alimenta a la central de alarma y ofrece la posibilidad de que la alarma siga funcionando aún con la batería del vehículo desconectada.
Para no alimentar estos mitos, los especialistas recomiendan que al elegir un sistema de alarma el cliente preste especial atención a la hora de privilegiar el respaldo de la marca, que cuente con una amplia red de comercios que la recomiendan e instalan en el país, su servicio Posventa, que esté homologada y posea certificado de Calidad ISO, su Garantía, que la alarma cuente con todas las funciones de prevención y, por último y muy importante, que los tiempos de activación sean los óptimos (1 minuto).
Prensa PST Electronics
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