martes, 11 de octubre de 2011

Biocombustibles a partir de madera y agua

Una compañía de Georgia, Renmatix, descubrió una manera de convertir los desechos de las cosechas en biocombustibles usando, no enzimas ni ácidos, sino agua.

Renmatix, una compañía norteamericana, ha vencido donde otros han fallado. Logró convertir desechos de la agricultura en biocombustibles usando sólo agua comprimida a altas temperaturas. El objetivo de la empresa es comercializar esta tecnología que convierte en combustible a pedazos de madera, celulosa y otras partes no comestibles de las cosechas. Si funciona, este proceso podría reducir la dependencia americana en petróleo extranjero y, aparte, ayudaría al medio ambiente porque fomentaría el uso de energía renovable.

Como funciona con desechos de la agricultura este biocombustible es mejor porque no necesita de grandes campos cultivables que hoy se usan para producir alimentos. ¿Cómo funciona, entonces? La celulosa está compuesta, mayoritariamente, de azúcares que alimentan a los microorganismos que hacen el etanol. Pero estos azúcares están “atrapados” y por lo tanto, inútiles en ese estado.

La clave del proceso de Renmatix es liberarlos. Ponen los desechos de madera y celulosa en una cámara presurizada. Ahí se quita la primera clase de azúcar, que tiene cinco moléculas de carbón. Lo que queda pasa a una segunda cámara donde permanece por más tiempo hasta que las moléculas de azúcar restantes también se liberan. En las dos fases, el material es tratado con agua a una temperatura tan alta que no es ni vapor ni liquido, sino que permanece en un estado conocido como “supercrítico”.

La posibilidad de “liberar” los azúcares atrapados con agua es importante porque, hasta ahora, los competidores de Renmatix sólo podían liberar el contenido usando ácido o enzimas, productos que encarecían el producto final. Renmatix sólo usa agua presurizada que en estado “supercrítico” puede ser manipulada para convertirse en un ácido. Cuando se despresuriza vuelve a su estado de agua pura.

El desafío, ahora, es reproducir este éxito del laboratorio en una refinería con capacidad para presurizar millones de litros de agua. Ese será el trabajo de Renmatix en los próximos meses. Sólo así podrán otras compañías usar esos azúcares para producir el combustible.

Fuente: Revista Mercado

No hay comentarios: