Para cumplir con este fin, se dispone de zonas claramente diferenciadas:
- Una zona central formada por el habitáculo de pasajeros que es la más rígida de la carrocería y está destinada a proteger a los ocupantes.
- Dos zonas extremas (frontal y trasera) fácilmente deformables, cuya misión es la de proteger a la zona central.
Alta resistencia
El material con el que se fabrican las piezas de una carrocería es de vital importancia, ya que de sus propiedades mecánicas y físicas dependerá su comportamiento ante un impacto. Hoy en día se utilizan diferentes aceros de alta resistencia para construir la carrocería.
El peso es otro de los aspectos importantes del material. Cuanto menor sea, menor será la energía a disipar en caso de un choque, ya que estará directamente relacionada con la masa del vehículo y a su velocidad en el momento del impacto.
Entre las soluciones adoptadas por los fabricantes para conseguir este comportamiento, se pueden destacar las siguientes:
- La inclusión de puntos fusibles en los largueros, pasarruedas y travesaños en forma de agujeros, acanaladuras, pliegues, a los efectos de provocar que en éstos se produzca la deformación.
- Se fabrican los cierres o tapas de largueros en varias partes, en lugar de una pieza única, contribuyendo a evitar transmisiones de daños.
- Son diversas las formas que adoptan los largueros, favoreciendo la disipación apropiada de la energía. Se construyen de sección creciente, para absorber energía de modo progresivo, con forma de horquilla, y así distribuir las fuerzas longitudinales al piso y zócalo. También existen en forma de cuello de cisne, para favorecer en caso de colisión frontal, que la mecánica tienda a desviarse hacia abajo, evitando su introducción en el habitáculo.
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