martes, 23 de febrero de 2010

Cómo conducir en rutas y calles inundadas



Cómo actuar frente a las fuertes lluvias que se producen actualmente en la Ciudad de Buenos Aires


En la conducción...

Más allá de la falta de obras y la falta de previsibilidad del SMN, es necesario recordar cómo debemos manejar y qué acciones realizar para no correr peligro en caso de inundaciones. A continuación, repasamos los principales aspectos para desplegar una conducción segura:

·Frenos. Debemos transitar con precaución y a baja velocidad, aumentando la distancia de seguimiento entre vehículos, ya que por la baja adherencia del neumático y la calzada humedecida, los frenos pueden alterar su funcionamiento.

·Aquaplaning. La acumulación de agua en la calzada puede generar el llamado efecto aquaplaning, es decir, que el parche de contacto del neumático no desaloja el agua que se encuentra entre éste y el asfalto.

·Zonas altas. Siempre que uno ya esté en el tránsito, se debe tratar de seleccionar vías de circulación o zonas más altas de la ciudad. Así, disminuiremos la posibilidad de que a nuestro vehículo le ingrese agua por las tomas de aire del motor. Muchas veces si se transita por las calles cercanas a las vías del tren (incluso de algunas rutas nacionales) el agua no llega a generar inundación, puesto que estos lugares son más altos que el resto de la ciudad. En zonas rurales, se debe circular por rutas o caminos principales, también autopistas.

·Vías dudosas. Cuando se circule por vías que tienden a inundarse, y las mismas están anegadas, no avance. Trate de retomar hacia una vía alternativa. Pese a que uno conozca el lugar por donde transita de memoria (donde están los pozos, badenes, cordones, etc), no se arriesgue. Muchas veces la cantidad de agua que se acumula supera ampliamente los límites de los elementos mecánicos. Pero también pueden surgir inconvenientes como quedar a la deriva, o pasar por encima de una alcantarilla destapada, rompiendo piezas mecánicas. En caso de dudar si se puede traspasar o no el sector comprometido, vuelva marcha atrás y retome por otro lado.

·Transporte alternativo. Utilice otras opciones de traslado. Si dentro de sus posibilidades se puede evitar circular en auto dentro de la ciudad cuando la misma tiene muchas vías anegadas, hágalo. En caso de necesidad, varíe de vehículo para el desplazamiento. Elija colectivos, o trenes.

·Velocidad reducida. Vehículos altos no están exentos de la inundación. Muchas veces puede apreciarse a colectivos o camionetas de gran porte pasar por arterias completamente inundadas. Debido a que al atravesar estos ríos se genera oleaje, se sugiere disminuir la velocidad para no afectar a otros vehículos de menor porte, o peatones en las cercanías de la calle. También las viviendas se ven afectadas por la cantidad de agua que le llega.

·Descender del vehículo. No quedarse encima del vehículo si el mismo queda a la deriva. Ante la posibilidad de que su vehículo quede varado en un sector profundo baje del mismo y diríjase con rapidez al sector alto más cercano.

Ante un vehículo inundado...

El tiempo que transcurre entre la inundación y el momento en que se le da servicio a la unidad debe ser el menor posible. La corrosión y el óxido en los conectores y la electrónica avanzan velozmente.

·A continuación, detallamos las acciones básicas que se deberán realizar para no dañar los elementos de un vehículo, conservarlos e identificar los averiados:

·No dar marcha, es imperativo adecuar las condiciones de la unidad antes de intentarlo ya que existe riesgo de inutilizar más componentes electrónicos o mecánicos.

·Desconectar la batería y quitar el filtro de aire. Si la unidad tiene Intercooler (es muy común en los diésel) también hay que quitarlo ya que es probable que tenga agua.

·Desmontar las bujías si es nafta o los precalentadores si es diésel.

·Verificar el nivel de aceite del carter, si es mayor al máximo habrá que quitarlo, en caso de que sea menor lo podemos dejar para continuar con las pruebas (luego se reemplazará junto con el filtro).

·Limpiar los conectores de toda la instalación eléctrica que se sumergió tanto en el vano motor como en el habitáculo. En caso de no conocer el nivel que alcanzó el agua, se puede guiar por marcas en los tapizados de puertas y butacas.

·Verificar que el combustible NO contenga agua, para ello debe quitar el tubo de suministro que proviene del tanque y extraer al menos dos litros (si verifica con un volumen menor, no está verificando el fluido del tanque, solo el contenido en el filtro y el tubo). En caso de encontrar agua deberá vaciar el tanque y limpiarlo y rearmar reemplazando el filtro.

·Conectar la batería y accionar el arranque en forma directa utilizando un cable remoto desde la batería al automático del motor arranque (no utilizar la llave) durante 15 segundos. Atención: es probable que por los agujeros de las bujías se expulse violentamente el agua que se acumuló en los cilindros, protéjase los ojos.

·Rearmar los componentes de motor y dar marcha con la llave de arranque. En el caso de que no arranque no se debe insistir, concurrir a un servicio especializado para un diagnóstico electrónico.

Ante un vehículo inundado se deberán reemplazar todos los fluidos y filtros:

1. Aceite de motor y filtro.
2. Filtro de aire.
3. Filtro de combustible, solo en el caso de entrada de agua al tanque.
4. Filtro anti polen (si posee).
5. Fluido de freno, lavando el circuito
6. Fluido de dirección hidráulica (si posee).
7. Fluido lava parabrisas / luneta.
8. Aceite de caja de velocidades (manual o automática).
9. Aceite de diferencial.

Dependiendo del tiempo de inmersión elementos como los rodamientos de rueda, homocinéticas de semiejes, levantavidrios, etcétera, requerirán especial atención. Incluso, algunos modelos pueden no arrancar por tener el tubo de escape lleno de agua. Por este motivo, se debe colocar el auto en un ángulo adecuado para escurrirlo o desmontarlo.

Prensa Cesvi Argentina

lunes, 8 de febrero de 2010

Accidente, Siniestro o Incidente vial. ¿Cuál es la definición correcta?


Cuando nos referimos a los hechos dolorosos que se producen durante la circulación vehicular por autopistas, calles y rutas (choques, vuelcos, muertes) ¿ cuál es el término correcto a utilizar? ¿accidente?, ¿siniestro? ¿Cuál es la diferencia? ¿Existe otra manera de referirse al tema?

La Real Academia Española en su Diccionario incluye entre las acepciones de la palabra “accidente” las siguientes:

Accidente (Del lat. accĭdens, -entis).

.Suceso eventual que altera el orden regular de las cosas.
.Suceso eventual o acción de que involuntariamente resulta daño para las personas o las cosas.

De acuerdo con esta definición un “accidente” es siempre un suceso “eventual” y a su vez un hecho “eventual” es un hecho casual, o sea fortuito, que ocurre por casualidad o por azar. con lo que se reafirma que al hablar de “accidente automovilístico” se hace remisión a una conducta involuntaria.

En realidad, lo más adecuado sería hablar de un “suceso” o un “hecho” automovilístico o de tránsito, puesto que de esa manera no se prejuzga si los implicados en el mismo han actuado de forma voluntaria o involuntaria, vale decir, en términos jurídico-penales, dolosa o culposamente.

Así, no siempre un “accidente” vehicular implica un comportamiento involuntario, sino que perfectamente puede ser consecuencia de una actuación voluntaria, intencional o dolosa de una o varias personas.

De acuerdo a ésto, podemos sumar al análisis la palabra casualidad cuya definición es la siguiente:

Casualidad. (De casual).

.Combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar.

La definición de siniestro que nos provee el mismo Diccionario dice lo siguiente

Siniestro, tra. (Del lat. sinister, -tri).

.Avieso y malintencionado.
.Daño de cualquier importancia que puede ser indemnizado por una compañía aseguradora.
.Propensión o inclinación a lo malo; resabio, vicio o dañada costumbre que tiene el hombre o la bestia.

Pero para discernir mejor podemos introducir otra palabra:

Causalidad. (De causal).

.Causa, origen, principio.
.Ley en virtud de la cual se producen efectos.

Si apelamos a todas estas definiciones y las leemos ordenadamente, nos daremos cuenta que no es muy sencillo definir cuándo podemos hablar de accidente de tránsito o de siniestro vial porque si nos quedamos con una sola definición nos podemos equivocar dado que una colisión vehicular, un atropello seguido de daños a personas y/o vehículos, conlleva algo de casualidad y de causalidad, de ahí que en algunos casos deberíamos decir que ocurrió un siniestro vial y en otros deberíamos inclinarnos por el accidente vial. Lo que no podemos hacer es ignorar el sentido de las palabras que utilizamos, ya que al utilizarlas incorrectamente, podemos incurrir en el error.

Pero alejándonos de la semántica y entrando en la realidad, podríamos sintetizar lo siguiente:
En un accidente entran a jugar causas que no podemos controlar ni anticipar y que, por más cuidadosos que seamos, nos terminan afectando porque no somos los únicos actores de la situación; frente nuestro, al costado, adelante o atrás, tendremos otra u otras personas que están actuando según su circunstancia, según el estado del vehículo que conducen y según otros imponderables que no estamos en condiciones de conocer.

De ahí que puede producirse un accidente vial no buscado ni querido porque se produjo involuntariamente, resultó un daño para otros y se convirtió en un suceso eventual que alteró el orden regular y previsible.

Se produjo por obra de la casualidad, se combinaron circunstancias que no se pueden prever ni evitar (según definición de accidente).

Diferente es aquel hecho que se produce porque hubo una causa, se produce por causalidad, tuvo un origen, un principio que puede pasar desde un conductor irresponsable que ignora intencionalmente todas las normas, hasta el estado de caminos y rutas mal mantenidas por descuido de los organismos encargados de la manutención. Y aquí sí podemos referirnos a un siniestro porque el siniestro según la definición de la Real Academia Española: es la propensión o inclinación a lo malo; resabio, vicio o dañada costumbre que tiene el hombre o la bestia.

En definitiva, hay un conjunto de situaciones que hacen que, aún conociendo las normas, un individuo o una sociedad, deciden ignorarlas, lo que los sitúa al nivel de las bestias, no importa a quién ni qué se afecte, no hay solidaridad con el otro.

Tenemos un ejemplo muy reciente en lo ocurrido con un conocido personaje que según algunos medios, deduce que él no es responsable de la muerte de una mujer embarazada ya que él embistió de atrás a un auto y éste al desplazarse debido al impacto, arrastró a la mujer.

¿Pero qué nos extraña de estas manifestaciones si hace ya tiempo que muchos hemos perdido la capacidad de hacernos cargo de nuestros errores y hemos ganado en el arte de dar vuelta las situaciones, las leyes y las normas para adaptarlas a nuestras necesidades o caprichos para eludir las consecuencias de un mal obrar?

Sea un accidente, sea un siniestro, el responsable siempre es un individuo que deliberadamente o por inconciencia -en este caso no debería conducir un vehículo- por inmadurez, locura, adicciones, se convierte en el verdugo de sí mismo y de otros.

Para concluir, debemos decir que la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 28 de mayo de 2009, entre las modificaciones que se realizaron al Código de Tránsito y Transporte, incluye el artículo siguiente:

Artículo 1°.- Se reemplaza la definición general de “Accidente de tránsito” contenida en el Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad de Buenos Aires aprobado por Ley N° 2148 (B.O.C.B.A. N° 2615) por la siguiente:


“Incidente de tránsito o incidente vial: Hecho en el cual se produce daño a personas o cosas, en ocasión de la circulación en la vía pública.”


Texto: María Inés Maceratesi

sábado, 6 de febrero de 2010

Seguridad Vial: campaña de diagnóstico vehicular de FUNDACIÓN MAPFRE en Córdoba



Se realiza del 22 de enero al 7 de marzo y tiene como objetivo fomentar la seguridad integral de todos los ciudadanos.

Fundación Mapfre, consciente de la problemática del tránsito en nuestro país, trabaja desde hace años para mejorar la seguridad vial en las calles y disminuir los accidentes. Por este motivo, ha implementado en Córdoba el servicio gratuito de “Diagnóstico vehicular” con el objetivo de lograr una completa revisión de los automóviles que se acerquen al lugar.

La unidad de diagnóstico estará presente de martes a domingo en las siguientes ciudades:
Villa Carlos Paz

Del 22 de enero al 3 de febrero de 10 a 13h y de 16 a 21h en los siguientes puntos:
Del 22/1 al 24/1 en la Colectora de Avenida San Martín frente al Automóvil Club Argentino

Del 26 al 31/1 en la Costanera del Lago San Roque
Del 2/2 al 3/2 en Av. Cárcano y Brasil
Cosquín:

Del 4 al 7 de febrero, de 10 a 13h y de 16 a 21h, en Av. Omar Castillo, rotonda acceso Norte.

Córdoba: del 9 al 12 de febrero de 10 a 19 hs en los siguientes puntos:

Del 9/2 al 10/2 en Av. Colón, frente al Hipermercado Walmart.
Del 11/2 al 12/2 en Av. Sabatini frente al Colegio Taborin.

La diagnosis, será efectuada por personal calificado, con instrumental específico que permite detectar fallas técnicas que puedan producir futuros accidentes de tránsito. Los conductores podrán revisar el estado general de su automóvil, especialmente los elementos clave que hacen a la seguridad y a la prevención: cinturones, apoya cabezas, luces y faros, neumáticos, sistema de escape y suspensión del vehículo.


Cabe destacar que la campaña también se realizará en Alta Gracia, Jesús María, Villa Allende, La Calera, Río Ceballos , Río IV, Embalse Río III, Villa General Belgrano, Oncativo, Villa María y Marcos Juárez.

De las diagnosis hechas en años anteriores, se obtuvieron las siguientes conclusiones:

El 87% de los automóviles tenía hasta 15 años de antigüedad.
El 6% de los automóviles no poseía cinturón de seguridad o lo tenía en mal estado.
El 5 % de los automóviles tenía la carrocería en regulares condiciones.
El 14% de los automóviles tenía el parabrisas dañado.
Al 14% de los automóviles no le funcionaba la luz de stop, al 12% la luz de posición, y al 7% las luces de giro y balizas.
El 5% de los automóviles tenía las cubiertas en estado regular y el 8% necesitaba renovarlas.

Fundación Mapfre es garante de los principios y de la cultura de Mapfre, y su objetivo es desarrollar y potenciar especialmente la acción social del Grupo, convirtiéndola en una institución emblemática por sus actividades educativas y culturales. Desde su creación, y a través de sus cinco institutos especializados (de Prevención, Salud y Medio Ambiente, de Seguridad Vial, de Ciencias del Seguro, de Cultura y de Acción Social), ha desarrollado una intensa actividad en las áreas de formación, información, investigación y promoción de la seguridad, siempre desde una posición de apertura a la colaboración con otras entidades públicas, privadas y de la sociedad civil, empresas y profesionales, teniendo como referencia permanente al hombre y su bienestar.

Prensa Mapfre Argentina