Asistimos a las 2ª Jornadas de Sustentabilidad y Sostenibilidad en la UTN.
Durante cuatro horas asistimos a una interesantísima exposición realizada por Virginia Gudiño sobre Neurociencia de la que pudimos extraer conocimientos para poder conocer mejor el funcionamiento de nuestro cerebro y de la actividad que éste desarrolla más allá de nuestra voluntad.
La Neurociencia es una disciplina integral que agrupa a un conjunto de ciencias que ayudan a comprender la relación entre la psiquis y el comportamiento por ejemplo: la neuropsicología, la neuropatología y otras.
2ª Jornada de Sustentabilidad y Sostenibilidad en Acción. Síntesis de su desarrollo.
El comportamiento humano: genética, fisiología, actitud, aprendizaje, cultura ...
Este taller puso foco en nuestras conductas partiendo de la Neurociencia -disciplina que comprende varias ciencias que estudian el sistema nervioso y que desde 1998 tienen en la resonancia magnética una herramienta para medir cómo funciona. En la segunda parte se aplicó a la problemática vial como causa de miles de accidentes anuales.
El Ingeniero Nelson Bustos, Transitar, Vida y Vía. Asoc. Civil junto con Virginia Gudiño, especialista en Neurociencia, disertaron sobre Sustentabilidad y Sostenibilidad en el marco de la 2ª Jornada llevada a cabo el 4 de noviembre en la sede de la UTN.
Durante cuatro horas, los asistentes pudimos enfocarnos en el funcionamiento cerebral como motor de las acciones humanas y el Ing. Bustos, recogiendo algunos datos puntuales expuso su tema: Educación y Seguridad Vial, teniendo en cuenta estos datos para poder seguir dándole forma en el futuro.
Sintéticamente podemos decir que nuestro cerebro consta redes neuronales que rigen nuestras actitudes llevándonos a proceder de determinada manera, a veces instintiva y primitivamente, de ahí que sea tan importante la educación y formación del individuo dado que, cuanta más información tenga, cuanto más se haya preparado intelectual e inclusive moralmente, podríamos esperar que sus acciones sean más civilizadas y respondan a lo que se espera de él, que actúe de manera tal que ponga freno a sus instintos que lo ponen en peligro y lo pueden convertir en un ser violento más semejante a un animal que a un un ser humano racional.
La Neurociencia, conjunto de ciencias que estudian y explican el sistema nervioso y la relación mente/psiquis, tiene mucho para aportar en el tema Educación y Seguridad Vial, porque cuando hablamos de este tema estamos hablando de personas concretas que conducen un vehículo en un ambiente común interactuando con otras personas y frecuentemente protagonizando conflictos en la via pública, a veces con desenlaces dolorosos debido, justamente, a las reacciones más primitivas e inconscientes.
Pero sería muy engorroso seguir profundizando en la riqueza de lo visto y oido porque no se puede transmitir en breves conceptos tanta información.
El Ingeniero Bustos, fijó su interés en el niño y su derecho al error, el niño y su relación con su juguete y en el adulto con su auto, realizando una analogía muy interesante: el niño destruye su juguete pero su inocencia permanece intacta, mientras que en el adulto no. El adulto ve su auto como un juguete, lo cuida, lo mantiene limpio y reluciente y no quiere que se lo rompan pero, algo lo lleva a destruirlo igual que cuando el niño se cansa de su juguete.
Resaltó la necesidad de educar a los niños pero también a los adultos, formar a la gente para que conozca las características del desarrollo infantil, etapa de la vida que debemos cuidar entendiendo que la seguridad vial debe estar en acto en nosotros primero para poder luego transmitirla.
No hay seguridad posible si el destinatario no acepta y acata sus reglas y no se construye una seguridad vial de arriba hacia abajo sino al revés, primero hay que aceptar las normas y las reglas pues para algo se han estudiado y puesto en marcha pero, de nada sirven si quienes debemos cumplirlas hacemos como que no existieran transgrediéndolas constantemente.
La mejor Seguridad Vial parte de la percepción del riesgo, el respeto al semejante y el cumplimiento de las normas existentes, en primer lugar saber por qué existen y para qué.
La seguridad comienza con la conciencia del riesgo y saber qué pasa si violamos la norma.
Enseñar a percibir el riesgo es una tarea pendiente que comienza en la familia, sigue en la escuela y se afianza en el día a día en la vida social.
Por último y citando el parágrafo 3.2 del Plan de Seguridad Vial de Italia , la construcción de una cultura de la Seguridad Vial comprende el conjunto de conocimientos y de valores que orientan comportamientos y elecciones hacia un tipo de movilidad segura y sostenible. lo que implica integrar tres tipos de acciones: información, sensibilización y creación de alternativas e instrumentos.
De lo expuesto se deduce que aún queda mucho por trabajar en función de comprender los motivos por el cual hay tantos accidentes de tránsito; se insiste en la Educación Vial como una herramienta necesaria para evitarlos pero paralelamente deben realizarse acciones comunes en todas las áreas de la educación en el corto, mediano y largo plazo.
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