Con fotomultas y sensores se verificará el cumplimiento de las velocidades máximas; en 2008, unos 600 chicos fueron atropellados
A partir del lunes próximo, el gobierno de la ciudad endurecerá los controles de tránsito en los alrededores de 20 escuelas del distrito. Controlará que se cumplan los límites de velocidad con fotomultas y sensores especiales que llevarán inspectores porteños y policías federales.
Esta iniciativa tiene como fin reducir los accidentes en zonas muy concurridas por menores de edad. En 2008, unos 600 chicos menores de 15 años, la amplia mayoría eran peatones, resultaron heridos en accidentes de tránsito en la ciudad, según datos del gobierno porteño.
Por esa razón, la Dirección de Seguridad Vial local utilizará fotomultas móviles y sensores de velocidad controlados por agentes de tránsito y policías en cuadras y avenidas alrededor de los colegios. Los operativos se realizarán, de lunes a viernes, de 7 a 18, los días hábiles.
"El control electrónico de esta infracción apunta a disminuir el peligro de accidentes, sobre todo en los que participan peatones. La intención es controlar la velocidad en las zonas donde transitan escolares, algo que nunca se hizo en la ciudad y que se inscribe dentro de las prácticas imprescindibles de seguridad vial, como en Nueva Zelanda", dijo a LA NACION el director de Seguridad Vial de la ciudad, Pablo Martínez Carignano.
El Código de Tránsito porteño establece que las velocidades permitidas en zonas cercanas a colegios son de 20 km/h para las calles y 30 km/h para las avenidas. Por esa razón, en la bocacalle anterior a la cuadra de la escuela el gobierno instalará en las próximas horas la señalización correspondiente. Primera etapa
Según se informó oficialmente, en esta primera etapa se eligieron 20 escuelas, en función del riesgo vial denunciado por las autoridades educativas.
"Se captarán las infracciones con fotomultas móviles y sensores de velocidad. Queremos dar continuidad a estos operativos, porque van a generar un impacto educativo en la sociedad", dijo Martínez Carignano.
A los infractores se los multará y también se les hará efectiva la quita de 10 puntos en el registro de conducir, como marca el sistema de scoring que rige en la ciudad.
Consultado el funcionario sobre el fin recaudatorio de esta medida, opinó: "No, no es así, porque se avisará todas las semanas en qué escuelas se harán los operativos. La finalidad es educar. Es un operativo que mantendremos en el tiempo".
En un futuro también se prevé que a quienes circulen a mayor velocidad que lo permitido se les secuestre el vehículo.
Así lo establece una norma que será debatida en la Legislatura en las próximas semanas, cuyo autor es el diputado macrista Daniel Amoroso. "Si violar los límites de velocidad es una falta grave, hacerlo cerca de una escuela es más grave aún. Esta iniciativa es una nueva muestra de que en este tema de la seguridad vial, como en tantos otros, el gobierno de Macri es el que más actuó en los últimos años. Esperemos que pronto se sancione esta ley para que se secuestre el vehículo de los infractores", dijo Amoroso.
Según estudios especializados, si un conductor circula a 50 km/h y se le presenta un hecho inesperado que lo obliga a frenar de golpe, un automóvil necesita 35 metros para detenerse totalmente. "Estas medidas preventivas servirán para que la gente tome conciencia sobre la seguridad vial y podamos reducir el número de accidentes, algo que logramos con los controles de alcoholemia", dijo a LA NACION el ministro de Seguridad y Justicia porteño, Guillermo Montenegro. Cuestionamientos
Según el presidente de la Asociación Civil Luchemos por la Vida, Alberto Silveira, el control de tránsito en los alrededores de colegios es "positivo", pero fue crítico de la función de los agentes que se encargarán del procedimiento.
"Todo lo que sea control y educación vial siempre es positivo. Pero esperemos que no sea una puesta mediática y se continúe en el tiempo. Hasta ahora, el cuerpo de tránsito de la ciudad no cumple su función de contralor. Muchas veces se los ve enviando mensajes de texto o hablando por celular."
Padres de alumnos cuestionaron, además, que las camionetas de seguridad vial que habitualmente patrullan la zona de las escuelas no controlan la velocidad sino sólo el mal estacionamiento de los autos que paran en doble fila para recoger a los chicos.
"Estacionar en doble fila siempre es una infracción que genera mucho riesgo. Los padres deben saber que en la cuadra de la escuela está permitido estacionar y que si les labran una multa pueden reclamar al contralor de faltas, pedir un certificado y les levantan la multa. No va a servir si se está en doble fila, tapando una rampa o junto a una parada de colectivo. Si se provoca peligro a los demás o se incumple la ley, corresponde la sanción", agregó Martínez Carignano.
Pablo Tomino
Fuente: LA NACION
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